La primera película
El Museo Británico del Surf sacó a la luz en 2010 una película de 1929 con imágenes de surf protagonizada por Lewis Rosenberg y un grupo de amigos surfeando en la playa de Holywell Bay, en Newquay. Tras ver en un cine de Londres un reportaje en el que aparecían unos surfistas australianos, Rosenberg, Harry Rochlen y los hermanos Fred y Ben Elvey, fabricaron varias tablas en madera de balsa de 8 pies en su casa de la capital londinense. Antes de grabar la película, el grupo de Rosenberg ya cogía olas con sus bellyboards en las Islas del Canal y en la costa Oeste de Inglaterra. Pero aquellas imágenes de los australianos con sus longboards superaban lo que hasta entonces habían hecho. Tras finalizar su fabricación, envolvieron los tablones en unas sábanas de lino y los llevaron por tren hasta Newquay.
Rosenberg, Rochlen y los hermanos Elvey surfearon juntos hasta el inicio de la II Guerra Mundial. Durante la Guerra, y en un robo en la casa de Rosenberg en Londres, su tabla de ocho pies desapareció.