“Allá en los mares”: la canción
Dentro del proceso de “documentación” de “Allá en los mares” hemos querido conocer los orígenes de la canción. A LIBROS DEL OCÉANO llegó a través de la experiencia de la autora Blanca Escrigas y su hermana Maruxa, a quienes su madre se la cantaba de pequeñas para inspirarles confianza y amor por el mar.
Gracias al trabajo de Alejandro González, Félix Contreras, Mª de las Angustias Nuevo, Sara Cabezón Sancho y los alumnos del IES Augustóbriga de Navalmoral de la Mata (Extremadura), supimos de la historia de Sara Llanos Álvarez, nacida en 1928 en Mirabel (Cáceres), que aprendió la canción de su madre Juliana Álvarez, nacida en 1898. “Allá en los mares” ya se cantaba por tanto a finales del siglo XIX. También, y a través de internet, supimos que se trata de una canción muy popular en Latinoamérica, sobre todo en países como México, Cuba, Panamá, Chile…
La versión documentada por Sara Cabezón es un tanto diferente a la reflejada en el libro:
Allá en los mares, dentro del agua,
metida estuve cerca de un mes,
he visto peces tan chiquititos
como la punta de un alfiler.
He visto atunes, grandes ballenas
y otros mil bichos que hay en la mar,
unos pequeños y otros más grandes
y otros que pitu ni fu ni fa.
Cuatro boqueroncitos me dieron de comer
y una sardina arenque me sirvió el café;
mas como me abrasaba, agua por Dios pedí
y un camarón me dijo: —¡Eso sí que no hay aquí!
En esta versión, además de cambiarse el orden de algunas palabras dentro de las estrofas, las “otras mil cosas que hay en la mar” se transforman en “bichos”, la “sardina alegre” en una “sardina arenque”, y el “camarón” del verso final en un “tiburón”.
El verso “otras saladas y otras muy sosas” tiene una versión diferente y se cambia por “unos pequeños y otros más grandes”. Se han encontrado otras versiones en las que se utiliza “unas saladas, otras más simples”.
Algunas de las “canciones” encontradas en la red incluyen estrofas adicionales a las del libro, bien al principio o bien al final. Casi todas ellas las encontramos en el blog Crivevi que dedicó una entrada a “Allá en los mares” en el año 2010, y en los comentarios de los lectores del blog.
En México la canción comenzaba de un modo diferente:
Buscando conchas y caracoles,
yo vi un pez
con unos ojos como faroles,
que caracoles
no habrían de ser.
O con estos otros dos inicios basados en la misma idea:
Conchas y camarones en los ojos vi
de una mujer.
Que eran tan grandes como faroles, que caracoles, no podía ser.
——
Ahí entre conchas y caracoles
vi los ojos de una mujer,
que eran tan grandes
como faroles,
que caracoles habrían de ser.
Por lo general, el resto de versos de la canción son muy parecidos, salvo el final, en donde se han encontrado estrofas adicionales. En Panamá “Allá en los mares” termina con estos versos:
Cuando en el mar las bellas olas
sus lindos talles mostrando van,
los marineros se vuelven locos
y hasta el piloto pierde el compás.