Steve Harewood

La Isla de Jersey, situada en el Canal de la Mancha, es un caso curioso de estado. Geográficamente, se encuentra mucho más cerca de Francia que de las Islas Británicas, pero no pertenece al país galo. Tampoco forma parte de Reino Unido, aunque su representación internacional, defensa y gobierno es responsabilidad de este. Su idioma oficial es el inglés y un dialecto del francés con influencias normandas. Su moneda es la libra esterlina, se conduce por la izquierda y se juega al cricket, pero la mayoría de los lugares y pueblos tienen nombres franceses. Rodeada por el mar, sus escasos 116 kilómetros cuadrados y poco más de cien mil habitantes han tenido un papel fundamental en la historia del surf en Europa, con algunos de los eventos, shapers y surfistas más relevantes durante las décadas de 1960 y 1970.

1972. Steve Harewood frente a la entrada del taller de Freedom con una Quicksilver model en 6’6’’ x 19’’ 1/2.

A finales de la década de 1960, Steve Harewood era uno de esos surfistas. Nacido el el 8 de abril de 1947, la pasión por el mar y el surf le venía de familia, ya que su padre, Charles Harewood, era uno de los pioneros del surf en la Isla de Jersey, además de miembro fundador del Jersey Surfboards Club en 1959. Tras varias buenas actuaciones en el “Great Britain National & International Surfing Championships”, a finales de 1968, Harewood fue seleccionado para formar parte del equipo que representaría a Inglaterra en el cuarto Campeonato del Mundo de surf que se iba a celebrar en Puerto Rico entre el 8 y el 14 de noviembre. Los otros miembros del equipo, cuatro de los cuales procedían de Jersey, eran Jeff Huson, Gordon Burgis, Barry Jenkins, Charles Williams y Annette Hughes. Rodney Sumpter, la estrella del momento en Reino Unido, representaría en solitario a Irlanda con una tabla shapeada por Bob Groves.

1968. Jeff Huson, Steve Harewood, Gordon Burgis, David Grimshaw, Charlie Williams y Barry Jenkins durante el Campeonato del Mundo de surf de Puerto Rico 1968.

Tras la victoria del australiano Nat Young en el campeonato del mundo de 1966 celebrado en San Diego, el mundo del surf estaba en una especie de carrera sin fin en la que la reducción de la longitud de las tablas era la meta. La llamada “The Shortboard Revolution”, impulsada por un movimiento nacido en Australia denominado “Total Involvement”, hizo que, en cuestión de meses, los longboards de 10 pies de longitud, que hasta entonces representaban el estándar de las tablas de surf, quedasen desplazados por tablas de 2 pies y medio más cortas, con menos de 23 pulgadas de ancho y quillas flexibles basadas en los diseños de George Greenough. Ya no se caminaba sobre la tabla para dirigirse a la punta a la búsqueda de un hang-ten. Ahora se surfeaba en la parte crítica de la ola, buscando aprovechar toda su fuerza, desplazándose lo más rápido posible por la pared de la ola dibujando giros cerrados.

Tras “Magic” Sam, la tabla con la que Nat Young arrasó en San Diego, la vanguardia en el recién descubierto microcosmos de la maniobrabilidad estaba, a principios de 1967, en los nuevos diseños de carena en V y cola ancha de Bob McTavish. El nuevo diseño de McTavish centraba la maniobrabilidad de las tablas en la posición de los pies. La transición de canto a canto liberó a los surfistas de tener que caminar hasta la cola para lograr un cambio brusco de dirección. Pero la “Plastic Machine” de McTavish, a pesar de su progresiva disminución de tamaño y peso, de la original 9' x 23” se pasó en semanas a 7’6’’ x 21’’, fue pronto superada durante el invierno de 1967-68 con los nuevos diseños de shapers hawaianos como George Downing, Dick Brewer, Joey Cabell o Ben Aipa, que llevaron la corriente de reducción de volúmenes a sus guns pin-tail, hasta crear un nuevo tipo de tabla al que se le puso el nombre de mini-guns. La influencia de McTavish, plasmada en la icónica película The Hot Generation, estaba de todos modos visible en las nuevas mini-guns y los diferentes modelos de Pipeliners fabricadas por Brewer, que tenían una ligera V en la cola. La evolución continuó imparable durante el primer semestre de 1968, con nuevos diseños que admitían toda la variedad de colas posibles. El campeonato de Puerto Rico era el primero que se celebraba en la nueva era de la tabla corta (en 1967 no se celebró), y la expectación en el mundo del surf era total por descubrir cuál sería el próximo paso. 

Al poco de llegar a Puerto Rico, Harewood se dio cuenta de la gran diferencia que había entre las tablas que se estaban haciendo en Reino Unido en aquellos momentos y las tablas con las que ya se surfeaba en California, Hawái o Australia. Las tablas 8’6’’ que el equipo británico llevó a Puerto Rico, patrocinadas por Bilbo y que se suponían en la vanguardia, se mostraban, a simple vista, como anticuadas con respecto a las tablas del resto de equipos: “nuestros ocho pies no eran en realidad muy diferentes a un longboard, porque seguían siendo muy anchos, aunque suponían un cambio importante en nuestro estilo de surfear, ya que no caminábamos por la tabla y nos apoyábamos más en la cola”. Lo que encontraron en Puerto Rico fue otro tipo de tablas.

De todo lo visto, a Harewood le impresionó especialmente la tabla del hawaiano Reno Abellira (Le Serpent, shapeada por Dick Brewer, un mini-gun de color azul y medidas 6’ 7" x 18.75" x 2.6”, y cola round), y la de David Nuuhiwa (un mini-gun pintail en 7’3’’), con las que eran capaces de lograr gran velocidad y afrontar las olas con un enfoque progresivo totalmente novedoso. “La ‘pocket-rocket’ de Abellira shapeda por Brewer era una tabla realmente futurista, pero con un diseño demasiado extremo para las olas de Jersey. En cuanto a Nuuhiwa, era mi héroe, con su estilo radical, pelo largo e imagen de estrella del rock. Su 7’3’’ mini-gun era muchísimo más maniobrable que nuestras gruesas y anchas Bilbos.”

Los éxitos del equipo británico fueron pocos en el campeonato. Todos cayeron en su primera ronda. Burgis poco pudo hacer frente a Midget Farrelly y Larry Miniard, quedando tercero en su manga de seis competidores. Jenkins y Williams también fueron terceros en sus mangas, con Jenkins clasificado por delante de George Downing y del cuatro veces campeón de Francia, Jean- Marie Lartigau. Harewood quedó quinto en su eliminatoria. Annette Hughes y Rod Sumpter alcanzaron el tercer puesto en tándem. Eso sí, el equipo británico fue elegido como el mejor vestido (pulsando aquí puedes leer la crónica del evento escrita por Dave Grimshaw, coordinador del equipo británico).

1968. El equipo más elegante con sus tablas patrocinadas por Bilbo. De izquierda a derecha: Jenkins, Williams, Harewood, Burgis y Huson.

Poco antes de viajar a Puerto Rico, Steve acababa de dejar su trabajo para el gobierno de Jersey como técnico de telecomunicaciones. Tras ser seleccionado para formar parte del equipo británico, sus jefes le denegaron el permiso para ir, por lo que decidió dejarlo. “Era un trabajo bastante interesante, pero con un horario muy estricto. Odiaba que la gente me diese órdenes. No lo podía soportar”. Por eso, tras el campeonato, libre de compromisos laborales, y gracias a los contactos hechos en Puerto Rico, Steve pasó seis meses con una visa de turista en México y en California, en donde visitó y trabajó en varios de los talleres de tablas de surf más importantes de la época. También surfeó todo lo que pudo. Regresó a casa siendo otra persona, con el pelo largo, varios discos de The Doors bajó el brazo, y nuevas ideas en cuanto a las tablas con las que quería surfear. “Me encantaba aquel estilo de vida. El sol, el surf, la LIBERTAD. Toda aquella gente, tan inspiradora, disfrutando simplemente de lo que es la vida. Un ambiente era muy diferente al de Jersey, donde todo era muy conservador. California estaba entonces en la vanguardia del surf. Los surfistas californianos eran los mejores del mundo. Todos los nuevos diseños venían de allí…”

Tras su primera experiencia en California, cuando regresó a Jersey en abril de 1969, sabía que no podría volver a tener nunca más un trabajo normal. Sin grandes planes, durante ese verano montó un pequeño taller de tablas en el garaje de su casa en St. Brelade, y poco después, en cuanto se hizo evidente que necesitaba más espacio, en un pequeño local alquilado por cien libras al año en La Pulente, en St. Ouen. Con poco más que lo visto en California y los consejos que Rodney Sumpter le dio sobre cómo dar forma a una tabla, se puso en marcha, primero fabricando tablas para él, y después para sus amigos. En la década de 1960, Jersey era la meca del surf en Europa, y uno de los lugares con mayor número de surfistas del continente, por lo que existía un mercado local suficientemente amplio que desde el principio demandó sus tablas. Freedom le pareció un nombre lógico para el tipo de tablas que quería hacer. El primer año shapeó 35 tablas, todas en 7’4’’ x 19’’.

1972. Tommy Bates, Steve Harewood y Barry Jenkins.

Del proceso, su parte preferida era la de dar forma a las tablas, pero odiaba glasear, además de que tampoco se le daba nada bien: necesitaba un buen glasser. Fue entonces cuando se alió con Barry Jenkins, otro de los surfistas de referencia en Jersey y compañero del equipo que viajó al mundial de Puerto Rico. Harewood era la fuerza creativa del taller, pero Freedom nunca hubiera despegado sin la ayuda y el cerebro empresarial de Jenkins. Desde el principio se marcaron como objetivo fabricar tablas funcionales, con diseños modernos, que tuviesen la calidad de las que entonces se hacían en Estados Unidos o en Australia, pero adaptadas al tipo de olas que rompían en Reino Unido. Buscaron un lugar adecuado en el que hacerlo, y alquilaron una nave en Lake-Vale, en St. Ouen, a la que denominaron ‘The Farm’.

El surf es simplemente otro deporte para aquellos que no han experimentado estar dentro de un tubo de agua brillante y en movimiento. En el interior de un tubo, la sensación es de eternidad, de semi-ingravidez ... un útero verde en movimiento ... Todos los sentidos son uno; océano, ola, surfista, tabla, tiempo. Pero de repente la salida se ensancha y renaces de nuevo en el mundo.
— Steve Harewood

Antes de empezar con la producción en serio, Harewood regresó a California para trabajar, durante otros seis meses, en el taller de Dewey Weber. El objetivo era aprenderlo todo sobre todas las técnicas de producción, las teorías de diseño, los materiales... En 1969 el taller de Weber estaba en plena ebullición, con su modelo The Ski (acrónimo de “Synthetic Kinetic Instinct”) en producción. Era posiblemente el taller más grande del mundo en aquel momento, con un ritmo de producción que podía llegar a las sesenta tablas al día. Harewood recibió de primera mano las últimas influencias en el diseño de tablas en un nuevo momento crucial de la historia del surf. Las formas y volúmenes de The Ski, (un 7’3’’, con un ancho de 13’’ en el nose y 14’’ en la cola), shapeada por Harold Iggy, estaban influenciadas por las ideas de Iggy y del propio Weber, pero también de surfistas de su equipo como Nat Young y Mike Tabeling, parte importante de la vanguardia del surf en aquel momento.

Mientras Harewood aprendía el oficio en California, Jenkins se quedó en Jersey organizando la fábrica y produciendo, con la ayuda de Tommy Bates, sillas de fibra de vidrio para piscinas con el fin de lograr fondos para la compra de materiales y herramientas para el proyecto.

A su vuelta de California, y tras aplicar en el shape-room de Lake-Vale todo lo aprendido, Freedom se convirtió pronto en el taller de referencia para los surfistas británicos, que empezaron a valorar sus diseños, excelentemente promocionados por llamativas campañas publicitarias y surfistas de la talla de Gordon Burgis, Bob Male, Tim Blackburn o Roger Mansfield. Impulsadas por su fama, las Freedom pronto se comenzaron también a exportar a Francia y, más tarde, a España. 

En 1971 la producción se centró en tres modelos: la Formal Rider, la Formal Total y la Fun Machine, esta última en sus versiones single fin y twin fin. Pero la versión en twin-fin de la Fun Machine, más corta y ancha que las tablas que hasta entonces se hacían, tuvo escaso éxito y adaptación a las olas británicas. A pesar de la victoria de Jimmy Blears en el campeonato del mundo de 1972 celebrado en San Diego (California), en el que Harewood participó como miembro del equipo de Inglaterra junto con Pete Jones, Graham Nile, Gordon Burgis, Charles Williams y Chris Jones, en el catálogo de Freedom de 1972 no había ningún modelo de dos quillas: la Formal, la Fun Machine y la Quicksilver, fueron los tres modelos que se desarrollaron ese año. En 1973 los diseños evolucionaron a cuatro modelos de tablas, todas single-fin: la Flying Winger en 6’10’’, la Hotdogger en 6’10’’, la Speed Swallow en 7’3’’ y la Biarritz Gun en 7’6’’, especialmente shapeada para las olas de Francia y Marruecos.

Con un catálogo de modelos reducido, Freedom buscaba trasladar a sus clientes toda su experiencia y conocimientos, y un mensaje: las Freedom era las mejores tablas posibles para surfear en las olas que rompían en Europa. Así lo explicaban en la publicidad que el taller publicó en la revista Insight en 1971: “Estamos profundamente vinculados al océano y somos conscientes, gracias a nuestros viajes a California, México, Puerto Rico, Australia y Nueva Zelanda, que nuestras olas, aunque buenas, son muy diferentes al oleaje glassy de California, a la potencia de Hawái o a las olas huecas de Australia. Los patrones de las olas del Atlántico, las direcciones de su oleaje, los vientos predominantes y la forma de la plataforma continental son factores que afectan a nuestras olas. Por lo tanto, es obvio que las tablas que han sido shapeadas en otros países por surfistas que no conocen nuestras condiciones, no pueden ser ideales para nosotros. En nuestras tablas proyectamos todo ese conocimiento al diseño, creando formas que se adaptan a nuestras necesidades. Una forma libre que evoluciona desde la mente y que responde fácilmente a ella”.

En una ola el surfista se desplaza a la vez en las tres dimensiones... La mente está concentrada en el aquí y en el ahora, en el momento presente, más allá del tiempo y el espacio.
— Steve Harewood

A finales de 1972, Jenkins tuvo que dejar la práctica del surf por problemas de salud, y poco a poco fue perdiendo el interés por el surf y por las tablas, abandonando el proyecto de Freedom a principios de 1973. A bordo quedaron Steve shapeando y lijando, Connie Farmer glaseando y Dick como pulidor. Farmer ejercería como glasser en Freedom durante trece años.

1973 fue un año con más cambios. ‘The Farm’, que era un edificio con licencia para uso agrícola, fue declarado por las autoridades como inadecuado para la actividad industrial de “taller de tablas de surf”, por lo que ese año se tuvieron que mudar a Ordnance Yard, cerca de Weighbridge Place, en la localidad de St. Helier.

El traslado a Ordnance Yard marcó en Freedom el inicio de una época de experimentación. La filosofía de Guru Maharaj Ji se convirtió en una gran influencia en la fábrica. Tanto, que Steve dio trabajo en Freedom a todos sus devotos de la Isla de Jersey. El día en la fábrica comenzaba meditando bajo mantas durante media hora. “Mi decisión de contratar a seguidores de Guru Maharaj Ji se basaba en que pensé que los seres espirituales sinceros serían empleados perfectos. ¡Pero qué equivocado estaba! La filosofía general era que había una fuerza universal que lo ordenaba todo, y nada en el mundo material realmente importaba, ¡incluidas las tablas de surf! Si una tabla quedaba mal acabada, era porque la energía de su futuro propietario indicaba que debía de ser así. Finalmente, recuperé el sentido común y contraté solo a surfistas, que mostraron un interés mucho mayor por lograr los mejores acabados. Algunos de ellos se convirtieron en verdaderos artesanos”. Bob Male fue uno de esos artesanos, y sus tablas pronto ganaron prestigio. Male era también un excelente surfista, campeón británico en 1974 y 1977.

1976. De izquierda a derecha: Connie Farmer, Aussie Dave, Bob Male, Steve Harewood con camiseta azul clara, el escritor Gordon Mc Clelland y el dibujante Rick Griffin. Griffin visitó Jersey con motivo de la primera y única exposición retrospectiva que se le organizó en vida y que se celebró en The Roundhouse de Londres en agosto de 1976.

En 1976, la producción de tablas se trasladó a Coin Varin, en St. Peter, donde permaneció hasta 1988. En su pico de producción, Freedom producía alrededor de treinta tablas a la semana, llegándose a fabricar entre trescientas a cuatrocientas tablas al año, sin dejar nunca de lado la experimentación: “Leí un artículo sobre esa idea de las burbujas de aire que lubrican la parte inferior de la tabla. Así que hicimos una especie de boca en la proa de una tabla para aspirar el aire, que conectamos a un tubo colocado en su interior, de modo que, tras aspirar el aire, las burbujas de aire salían por debajo. La usé durante unos días, para ver si realmente era más rápida que una tabla normal, y funcionaba bien, pero si en alguna maniobra la punta entraba en el agua, la tabla se hundía”.

Superado el bache de mediados de los 70, Freedom se convirtió de nuevo en una marca de prestigio internacional debido a las habilidades de diseño de Steve Harewwod y Bob Male y los acabados en pintura de John Hetherington. Antes de llegar a Freedom, Hetherington, licenciado en diseño gráfico, había pasado dos temporadas en Biarritz aerografiando tablas para un pequeño taller situado cerca de La Barre. A mediados de la década de 1970, regresó a Jersey y se unió al equipo del taller, no solo en el proceso de aerografiado, sino también produciendo foam en los grandes moldes de hormigón construidos por otro local, Dave Ward. Los clientes venían desde todo Reino Unido específicamente para hacerse con las tablas en las que él había trabajado. Las tiendas de surf en Francia competían entre sí para elegir las Freedom que tenían los mejores diseños de Hetherington. Cuando se supo que desde Estados Unidos había llegado el primer pedido de pinturas de la casa DayGlo para el aerografiado de las tablas, los dueños de las tiendas francesas se volvieron literalmente locos. Sabían, sin ni siquiera haberlas los diseños de Hetherington, que esas tablas saldrían volando por la puerta de la tienda en cuanto se pusiesen a la venta. Ante el éxito de ventas en el mercado francés, Freedom llegó a abrir una tienda propia en Biarritz. “Nuestras tablas son diferentes, simples, fluidas, sutiles, funcionales…; y dan como resultado un surf positivo, potente, rápido, excitante, radical. Nuestras formas son mágicas. Quizás sea porque no trabajamos con shapers extranjeros, que como vienen se van, al igual que la bruma del mar. Nuestro shaping es uniforme y consistente, y no cambia radicalmente de una temporada a otra. El conocimiento de un año se traspasa al siguiente y se perfecciona, evolucionando con sutiles mejoras que ponen a nuestras tablas en otro nivel. Hemos visto en las revistas que la tendencia actual es hacia tablas más anchas con cantos suaves, recomendadas como las más rápidas en beach breaks por tipos como Reno Abellira. Nosotros en Freedom llevamos haciendo este tipo de tabla desde hace muchos años, cuando los otros se atascaban con sus pinchos de cantos tan duros como cuchillos. Freedom: siempre por delante, re-energizando y revitalizando tu surf en una nueva y avanzada libertad”.

1980. De pie, de izquierda a derecha: Bobby Male, Pat the Rat, Paul Gregory, Steve Harewood y Connie Farmer. Sentados: Paul Grieve, Jon Hetherington.

La aventura de Freedom como taller de tablas se prolongó hasta 1988. Steve Harewood falleció el 3 de abril de 2024, dejando un legado impresionante en el surf europeo.

Bibliografía y referencias.

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