Eneko Acero
La primera vez que Eneko participó en el Pantín Classic aún era un chaval. Acompañado de Jorge Imbert, y comparado con los demás surfistas que le superaban en edad, parecía un ser frágil luchando indefenso contra los grandes monstruos que eran las olas de Pantín de la edición de 1991. Dicha impresión se agudizaba si cabe más por su aparato de ortodoncia, que no impedía ver en su cara una sonrisa continua. Dicen que fue observarlo en el agua y descubrir a un surfista diferente, de un nivel muy por encima de la media de entonces. Durante los años siguientes no dejó de demostrarlo. Pronto llegó a ser campeón del mundo junior ISA.
Posiblemente sea el surfista que más participaciones acumule en la historia del Pantín Classic. Vino a Pantín por primera vez en 1991, y hasta su última participación en 2015, sólo se perdió la edición de 2006 por lesión. Ganó en 1994 y 1996. Fue segundo en 2001 y 2003. Tercero en 2007. Cuarto en 2004. El primer surfista nacido en nuestras costas con aspiraciones reales a entrar en el CT, y de todos, el de mejor palmarés con diferencia en el Pantín Classic.
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”Decidí hacer el circuito mundial cuando firmé mi primer contrato profesional con Rusty, en aquel entonces mi sponsor. Tenia 16 años y realmente no había pensado mucho en lanzarme. De repente (…) nos montamos en un tren sin saber realmente a donde iba. Menos mal que lo cogí. Dediqué casi todas mis horas de juventud al surf, olvidando los estudios, algo que, al principio, no gustaba nada a mis padres. Ahora, hace ya tiempo que se han dado cuenta de que la elección fue buena.
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He sido un persona constante en mi trabajo y las marcas en alguna manera han sabido valorar mi esfuerzo. Afortunadamente casi siempre he estado bien respaldado por los sponsors. También que tuve la suerte de aprovechar los años en que todas las grandes marcas del textil estaban en alza. Ahora con el tema de la crisis económica, la sponsorización está más complicada.
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Al principio comienzas cada viaje con muchísimas ganas, pero con el paso de los años y la acumulación de kilómetros te va costando más. Por ello, suelo dividir el año en períodos de mes y medio o dos meses; en uno compito y en el otro descanso en mi casa lo que me permite valorar más cada una de las pequeñas cosas en las que habitualmente ni te fijas. Me considero un privilegiado por haber sido el primero en hacer el tour mundial, pero he pasado mucho tiempo solo en los aeropuertos, sobretodo en London Heathrow. Momentos duros que han merecido realmente la pena. El haber conocido mundo ha sido una experiencia impresionante.