Nathan Florence

“Me gusta el sonido de las olas cuando me voy a dormir. Crecimos justo enfrente de la playa y ese sonido siempre estuvo ahí. Ni siquiera te das cuenta de que te gusta hasta que pasas la noche en algún lugar donde no puedas oírlo. Es un sonido adictivo. Es un estruendo. Hay un rugido estático constante y, de pronto, oyes las series romper ... purrrraaah ... . Si está realmente grande, las ventanas tiemblan un poco, y eso es emocionante. Los días que eso pasa me resulta un poco más difícil dormir.

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Leo justo antes de irme a la cama o después de surfear, siempre que tengo tiempo para relajarme un poco. Especialmente en aeropuertos. Nunca me duermo leyendo. La gente dice que se marea leyendo en un coche, pero ese es mi momento favorito para leer porque los viajes en automóvil son ... aburridos.

Leí mi primer libro, “El león, la bruja y el armario” cuando estaba en tercer grado (seis años). Antes odiaba leer. Mi profesora me lo prestó y me dijo, “léelo, y tal vez te empiece a entusiasmar leer”. Lo leí, ese y los otros siete de la serie. ¡Tenía razón! Fue como ...¡boom! ...y me leí toda la serie.

Mi abuelo lee mucho, así que siempre me envía los libros que termina. A él le gustan los mismos libros que a mí.

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Cuando tenía 10 años, John me tiró una piedra a la cara y me arrancó todos los dientes de arriba. Fue por accidente. Quería tirarme la piedra, pero no quería sacarme todos los dientes. La tiró desde más de 15 metros de distancia. Tuvo la puntería perfecta. Yo estaba haciendo bodysurf y él quería que volviésemos a casa. Yo quería seguir haciendo bodysurf y para llamar mi atención empezó a tirarme piedras. Vi a la piedra subir, y mientras la seguía con la mirada pensaba, ooh, parece que viene hacia mí. ¡Mierda, va a golpearme!, y antes de que pudiera esquivarla, la piedra simplemente estalló en mi boca. Todo crujió y pensé que la piedra se había roto contra mis dientes, así que lo escupí. Pero lo que salió de mi boca fueron todos mis dientes. Entonces sí corrí hacia casa ...”