Liam McNamara
Liam McNamara llegó a Pantín en 2006 como surfista mítico de la costa norte de Oahu, Hawái, y mánager/entrenador de un entonces joven Mason Ho. Hermano menor de Garret McNamara, Liam nació en 1969 en Berkeley, California. Se inició en el surf a los nueve años después de mudarse con su familia a Hawái. A principios de los noventa comenzó a aparecer en las revistas por sus maniobras progresivas y aéreas en Rocky Point, y por su agresividad en los tubos de Pipeline. En competición se ganó una merecida fama de competidor correoso y polémico con otros competidores y jueces. En 1996, McNamara ganó el Tavarua Island Tuberiding Classic, celebrado en Fiji. Sus últimos años como surfista profesional los recorrió como especialista de olas gigantes.
“Cuando entras en una sesión con olas grandes, existe un umbral por encima del cual estás seguro., es decir, tienes más de un 90% de probabilidades de salir bien del lance. A partir de este umbral se puede clasificar a los surfistas de ola grande en dos tipos: los “locos”, que son aquellos que entran al agua por encima del umbral del 90%, y los “estúpidos”, cuyas posibilidades de salir ilesos son inferiores la 90%. Cuando estás en el agua en una sesión así, tienes que saber cuál es tu límite, ya que en el pico hay gente gritándote y animándote para que te lances a por las olas. Cuando sabes que sólo tienes un 50-70% de probabilidades de salir bien parado, esa gente es muy peligrosa. En el agua todo ocurre muy rápido y no tienes tiempo para pensar. Hay tensión, y esa distracción de alguien gritando puede llevarte a tomar una decisión equivocada que puede ser fatal. Si eres un surfista de los “estúpidos”, probablemente te lanzarás a la ola. Si eres de los “locos”, no. Y ahí está la diferencia entre jugarte o no la vida. Y te lo digo yo que ahora soy un surfista de los “locos”, pero que durante mucho tiempo fue de los “estúpidos”. He sentido mi rodilla golpeándome la nuca en Pipe, el día que me rompí la pierna en una sesión en la que no me debí meter. Lo normal es que gente como yo no llegue a tener la oportunidad de cambiar, bien porque se lesionan, o lo que es peor, porque cometen su última locura. Yo tuve suerte y aprendí a tiempo”.
Sus hijos, Makai y Landon McNamara, son hoy dos de los mejores surfistas de Pipeline.
Extracto de la entrevista realizada por Antonio Valcarcel a Liam McNamara en septiembre de 2006 durante la XIX edición del Pantín Classsic.